5 HOJAS DE UNA CARTA
Esta será la última entrada públicada en mi blogg durante mucho tiempo. En los últimos meses lo que se había convertido en mi forma de evasión y de expresión ahora en una gran losa que hoy especialmente me consume. Mi cabeza, mi cuerpo y mis sentimientos expresados en el blogg no me han servido más que para una destrucción que hoy ha llegado y esta empezando a ser demasiado brutal y desgarradora para mí. Ya no aguanto más, y creo que lo mejor es dejar todo aparcado a un lado hasta que la tormenta pase, o yo me encuentre un poco más estable psicológicamente y emocionalmente.
Hace 26 horas que no puedo dormir, 26 horas que se han vuelto interminables en mi cabeza, mis pensamientos se han aglutinado durante ese espacio de tiempo y por desgracia creo que se van a convertir en otras tantas. Mi cuerpo ya lo está notando y mi mente no puede pensar despejada, pero me ha tocado vivir y seguiré viviendo ésta penitencia, me la he ganado a pulso y me toca cumplirla.
Hoy de madrugada me han hecho el mayor daño de mi vida, aunque yo sin ser consciente ya lo había hecho primero. Nunca había sufrido tanto, llorado tanto, y me he odiado tanto por sentir, y sobre todo por haber escrito una carta que nunca debio existir más que en mi memoria. Una carta la cúal pensaba que sólo era conocedora por el destinatario y el remitente, y que ahora sé y tengo constancia de que ésto no era así pues así me lo han hecho saber.
Una carta de 5 hojas exactamente escritas un 11 de julio. Una carta que ya había olvidado en contenido en mi memoria y que he tenido que recordar por obligación. No tuve que leerla para saber de cual se trataba. Un encabezado y un P.D. me indicaron rápidamente cual era. . El resto no hizo falta. No podía ni mirarla, ni leer más, su contenido volvía a mi mente rapidamente, y yo sabía que era la que no hacía mucho había escrito a alguién especial. Había salido de mi corazón, por lo que puedo imaginar la crudeza de reacción de quien la leyó posteriormente, y que no iba destinada a él.
5 hojas guardadas escasamente durante 1 día en mi ordenador, mientras la iba redactando y posteriormente corrigiendo y cambiando para hacerla mas mía, para que fuera emanando en cada momento de un corazón que si latía por entonces. Escasamente fue un día, tiempo suficiente para realizar una copia y leerla, y sé que solamente y posteriormente valió un día para sufrir por su contenido muchos más.
Carta en la que dejo claro al verdadero destinatario que él no tiene sentimientos como los míos. Es lo que me salva, el que un destinatario erróneo sepa que es todo por mea culpa a la cúal me someto y acepto. Que la otra persona no tiene nada que ver en sensaciones y vivencias igual que lo que yo vivi en un viaje y plasme en un escrito. Un consuelo que me alivia levemente una pena que se ha hecho mía, para mí, y persistirá y desembocará en lo que tenga que ser, pero sólo por mí.
5 hojas guardadas escasamente durante 1 día en mi ordenador, mientras la iba redactando y posteriormente corrigiendo y cambiando para hacerla mas mía, para que fuera emanando en cada momento de un corazón que si latía por entonces. Escasamente fue un día, tiempo suficiente para realizar una copia y leerla, y sé que solamente y posteriormente valió un día para sufrir por su contenido muchos más.
Carta en la que dejo claro al verdadero destinatario que él no tiene sentimientos como los míos. Es lo que me salva, el que un destinatario erróneo sepa que es todo por mea culpa a la cúal me someto y acepto. Que la otra persona no tiene nada que ver en sensaciones y vivencias igual que lo que yo vivi en un viaje y plasme en un escrito. Un consuelo que me alivia levemente una pena que se ha hecho mía, para mí, y persistirá y desembocará en lo que tenga que ser, pero sólo por mí.
5 hojas que me abofetearon en la cara y en el corazón. Lo que sentí cuando la escribí, esa liberación intensa, se convirtió de repente en un ahogo y un dolor inmenso. No sabía que decir, no podía engañar ni ocultar nada más, todo estaba escrito por mí, todos los sentimientos plasmados por mí, y toda una vivencia que emanaba por entonces de mi corazón se plasmaba en 5 hojas de papel.
Una frase repetida en últimos tiempos indicando de que sabía mas de lo que yo creía se volvía verdad ayer. Sabía todo lo que yo sentí, así lo hice saber en un momento del tiempo a alguien , y asi por desgracia lo supo él. Todo se volvió negro, lo que en las últimas semanas se había convertido en un infierno inaguantable no tenía que ver con lo vivido ayer, aquello era un paraiso al comparar. Ayer fue el infierno más absoluto, la tristeza más absoluta y la degradación de sentimientos más absoluta que se puede vivir. Siempre he dicho que no dé Dios lo que aguanta un cuerpo. Creo que éste se está últimamente recreando con el mío. Pero ya he llegado a un límite. EL MÍO YA NO AGUANTA.
Hoy en mi caminar diario pensaba después de un no dormir desde hace mucho, y de un cuerpo que no me respondía, pero al que sigo forzando que ya no me importa lo que pueda pasar, ya no tengo esperanzas por lo menos de momento de encontrar ninguna felicidad, y ya no tengo fuerzas para buscarla. En ese momento no podía pensar y solo quería cerrar los ojos y no abrirlos jamás. Mientras caminaba por mi sendero notaba que las 5 hojas de una carta que escribí con todo el amor del mundo se me convirtieron en una piedra atada a mi cuello que me ahoga y que me lleva a las profundidades de un inmenso mar que contemplo cada día. Y no me importó. Me hubiera gustado sumergirme en él y cerrar los ojos, unos ojos ya cansados y que necesitan dejar de llorar y descansar.
Esto es lo último que escribire en mucho tiempo, no tengo ni fuerzas ni ganas para hacerlo ahora, así que después de este último desahogo cerraré esta página y no se si la abriré jamás. Me gusta escribir, pero hoy me ahogan 5 hojas de una carta escrita desde un corazón que latía, y que ahora ya ha dejado de latir y no se por cuanto tiempo...........
Una frase repetida en últimos tiempos indicando de que sabía mas de lo que yo creía se volvía verdad ayer. Sabía todo lo que yo sentí, así lo hice saber en un momento del tiempo a alguien , y asi por desgracia lo supo él. Todo se volvió negro, lo que en las últimas semanas se había convertido en un infierno inaguantable no tenía que ver con lo vivido ayer, aquello era un paraiso al comparar. Ayer fue el infierno más absoluto, la tristeza más absoluta y la degradación de sentimientos más absoluta que se puede vivir. Siempre he dicho que no dé Dios lo que aguanta un cuerpo. Creo que éste se está últimamente recreando con el mío. Pero ya he llegado a un límite. EL MÍO YA NO AGUANTA.
Hoy en mi caminar diario pensaba después de un no dormir desde hace mucho, y de un cuerpo que no me respondía, pero al que sigo forzando que ya no me importa lo que pueda pasar, ya no tengo esperanzas por lo menos de momento de encontrar ninguna felicidad, y ya no tengo fuerzas para buscarla. En ese momento no podía pensar y solo quería cerrar los ojos y no abrirlos jamás. Mientras caminaba por mi sendero notaba que las 5 hojas de una carta que escribí con todo el amor del mundo se me convirtieron en una piedra atada a mi cuello que me ahoga y que me lleva a las profundidades de un inmenso mar que contemplo cada día. Y no me importó. Me hubiera gustado sumergirme en él y cerrar los ojos, unos ojos ya cansados y que necesitan dejar de llorar y descansar.
Esto es lo último que escribire en mucho tiempo, no tengo ni fuerzas ni ganas para hacerlo ahora, así que después de este último desahogo cerraré esta página y no se si la abriré jamás. Me gusta escribir, pero hoy me ahogan 5 hojas de una carta escrita desde un corazón que latía, y que ahora ya ha dejado de latir y no se por cuanto tiempo...........